ABIGAIL: UNA MUJER PRUDENTE
“Y dijo David a Abigail: Bendito sea Jehová Dios de Israel, que te envió para que hoy me encontrases.
Y bendito sea tu razonamiento, y bendita tú,
que me has estorbado hoy de ir a derramar sangre,
y a vengarme por mi propia mano”.
1ra. Samuel 25:32-33.
“En las muchas palabras no falta pecado;
Mas el que refrena sus labios es prudente”.
Proverbios 10:19.
“El sabio de corazón es llamado prudente,
Y la dulzura de labios aumenta el saber.
Manantial de vida es el entendimiento al que lo
posee; el corazón del sabio hace prudente su boca, Y añade gracia a sus labios”.
Proverbios 16:21-23.
Prudencia: Capacidad de una persona de actuar con moderación y sensatez para evitar aquello que le puede causar daño.
*No hay mejor carta de recomendación, que la que nosotros presentamos con nuestra ____________.
*Una mosca muerta hace heder y dar mal olor al perfume del perfumista. (Salomón)
(Recuerde que el señor de las moscas se llama: Beelzebú).
*Solo tenemos una ocasión para dar la primera ________________.
*En la medida que refrenes tu lengua, podrás refrenar tus actos. (Santiago).
*Se puede medir la dimensión de una persona por lo que la ________________.
*Puedes heredar riquezas y bienes, pero mujeres prudentes solo Dios las da. (Salomón).
“Cuando somos necios queremos conquistar al mundo; cuando somos sabios queremos conquistarnos a ___________________________”.
A pesar de que Abigail (Mujer de Buen Entendimiento), estaba unida a su esposo Nabal (“necio” y de Malas Obras) por lazos inquebrantables, fue capaz de mantener su salud espiritual, emocional y psicológica.
Cuantas mujeres hoy en día usan como pretexto para ser mejores, el hecho de que sus esposos sean inconversos o no compartan sus mismos valores morales; Abigail nos enseña que no hay limitantes para crecer en nuestra calidad humana, inteligencia y gracia del Señor. Nosotras mismas establecemos los límites de crecimiento y desarrollo personal.
Fue leal a su marido, aunque no por eso ciega a sus errores; entendía sus responsabilidades, hacia frente a sus decisiones, demostraba sus afectos como también supo vivir con sus fracasos; en otras palabras era una mujer con “Dominio Propio”.
La Biblia nos enseña que ella fue capaz de ver no solo el problema actual sino que tenia una visión amplia sobre la vida, como una mujer entendida, no actuaba movida por impulsos y tampoco permitía que los demás lo hicieran, siempre calculaba los costos de las acciones y nunca se daba el lujo de cometer actos que mas adelante le provocaran problemas. Sus altos “Valores” y su prudente conducta, le hicieron hallar gracia y favor dondequiera que iba, y aunque era de “hermosa apariencia”, la belleza que irradiaba su interior sobrepasaba largamente a la primera impresión que la gente tenía al verla.
*No importa si pensamos que tenemos toda la razón, siempre debemos ser cuidadosos para detenernos y escuchar lo que los demás tienen que decir. A la larga, el tiempo y el esfuerzo extra pueden ahorrarnos mucho dolor y problemas.
La vida de Abigail, nos enseña que no necesitamos un grande título para desarrollar un papel significativo en la vida y en los planes de Dios. En realidad podríamos tener muchos puntos a nuestro favor, títulos que nos acrediten, relaciones importantes, incluso influencias; sin embargo un carácter impulsivo, unido a una lengua que no tiene la capacidad de refrenarse podría destruir y traer abajo todas nuestras ventajas antes mencionadas.
Dios nos permita encontrar la gracia y la sabiduría que solo El da; pues nuestras obras darán testimonio de nosotras mismas aún más allá de nuestra vida. Como dice la escritura:
“La mujer que teme al Señor será alabada”.
Proverbios 31:30,31.
“Coseche el fruto de sus obras
y sea conocida y exaltada por sus hechos”.
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